En agosto, la caída de la recaudación por retenciones empujó a la baja los ingresos (caen al 2,7% en términos reales respecto 2021). Sin embargo, si se extrae de la comparación el Aporte de las Grandes Fortunas realizado en 2021 y los ingresos de este mes por Rentas de la propiedad, los ingresos caen solo 0,7%.
En relación a los gastos, la baja de subsidios continúa dando espacio y los mismos caen al 3% real. En el resto de los rubros, casi todos se reducen en términos reales, salvo asignaciones familiares (+7,8%), prestaciones del INSSJP (+41%) y transferencias corrientes a provincias para educación (+36%).
Los gastos de capital también crecer al 118% real, explicado principalmente por las inversiones en energía para el gasoducto, educación y vivienda.
El resultado fiscal del mes fue deficitario por $210.052 millones y acumula $1.086.680 millones en lo que va de 2022, lo que representa un 1,4% del PBI.
Considerando la metodología del acuerdo con el FMI, el déficit a agosto representa el 96% de lo permitido hasta septiembre, por lo que en el mes de septiembre quedan para gastar solo $40.764 millones.
Consideramos que el Gobierno podría cumplir la meta fiscal del tercer trimestre pese al escaso margen disponible principalmente por dos razones: en septiembre se compatibilizarán los ingresos de retenciones por el dólar-soja y existe una alta posibilidad de que las metas sean revisadas en términos nominales (por el reconocimiento de una mayor inflación en el presupuesto 2023).