Macri y Bullrich entraron en un inesperado cortocircuito y hacen crujir el pacto con Milei
El líder de La Libertad Avanza y el ex presidente vuelven a verse para destrabar su acuerdo político. Qué hay detrás de la oferta del Ministerio de Seguridad para la jefa del PRO. Los diputados libertarios, en un gesto de rebeldía
Después de haber renegado tanto de “la casta”, Javier Milei terminó contagiado del mismo vicio de la dirigencia política más tradicional de la Argentina: el internismo. Sus primeros días como Presidente electo estuvieron signados por los zigzagueos, indefiniciones y marchas atrás para definir su gabinete y, para colmo, ese cuadro se agravó debido a las inesperadas fricciones entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, sus socios del Pacto de Acassuso, por las diferencias sobre cómo lograr espacios de poder en el gobierno libertario (o cómo lograrlos sin el lastre de ningún aliado partidario).
Desde el sector de los “halcones” deslizaron que Macri estaba interesado en enclaves del nuevo poder como el Ministerio de Justicia, Infraestructura o la AFIP, pero ante la firme negativa de Milei había aceptado ubicar allí y en otras dependencias oficiales a las segundas y terceras líneas.
Algunos nombres como el de Luis Caputo, ex funcionario del gobierno macrista, surgieron de la iniciativa del presidente electo y no de un pedido del fundador del PRO. Lo mismo sucedió con Omar Yasín, el abogado que está alineado con el macrismo y el bullrichismo y que llegará a la Secretaría de Trabajo, en realidad, por su amistad con Sandra Pettovello, futura ministra de Capital Humano.
En el macrismo le echan la culpa de todo al ala política libertaria, que encarnan Guillermo Francos, el futuro ministro del Interior, y Nicolás Posse, el designado jefe de Gabinete. “Quieren sacarlo a Mauricio del medio, pero no se dan cuenta de que es un error si quieren asegurar la gobernabilidad”, braman en el entorno del ex mandatario. “Si esto sigue así, nos corremos”, es la advertencia que le habría hecho Macri a sus colaboradores de confianza en estas horas de incertidumbre política.
Ese ánimo de replanteo del Pacto de Acassuso se instaló el jueves pasado, a las 10, en una videollamada que propició Macri desde Arabia Saudita con Fernando de Andreis, su mano derecha, y Bullrich. Allí, el ex mandatario se quejó del intento de encumbrar a Randazzo en Diputados y lo consideró una forma de practicar un “kirchnerismo light”. Para Macri, el ex candidato a vicepresidente de Schiaretti es parte de los mismos problemas que tuvo en su gobierno con exponentes del peronismo dialoguista que frenaron muchos de sus cambios.
Fue en ese momento en que Bullrich reveló que había recibido una oferta para convertirse en ministra de Seguridad. Sólo lo informó y no pidió una opinión al respecto, aclaran en el bullrichismo. Pero Macri, tajante, criticó las “charlas paralelas”, en alusión a la propuesta recibida por la titular del PRO, y reclamó llegar a un “acuerdo integral” con Milei, sin cargos aceptados en forma personal, como una herramienta de presión para que Ritondo, por ejemplo, pueda presidir la Cámara de Diputados.
Apenas nueve horas antes, en la noche del balotaje, Macri y Bullrich habían ido juntos a saludarlo a Milei a su búnker electoral, hablaron durante 20 minutos, inmortalizaron el momento con fotos y videos y quedaron en reunirse al día siguiente para avanzar en la formalización de su acuerdo. Por algún motivo, sin embargo, al nuevo encuentro con Milei fue uno solo de los líderes del PRO. Y allí, horas antes de viajar a Arabia Saudita, Macri pidió ser el único interlocutor en las negociaciones para integrar el gabinete. Eso, interpretan los libertarios, equivalía a pedir que la apartara a Bullrich.
Sin embargo, con Macri en el exterior, y monitoreando todo a distancia, Milei no dejó de hablar con Bullrich y en una de esas charlas le dijo que imaginaba que en su gobierno habrá dos áreas clave, Economía y Seguridad. “Lo económico será muy duro y por eso en Seguridad necesito alguien con experiencia y que haya tenido logros en la gestión”, señaló el líder libertario como preámbulo de su oferta concreta para que acepte volver al ministerio que condujo entre 2015 y 2019.
A Bullrich se lo habían anticipado Francos y Posse, en un encuentro en el que se mostró dubitativa. Públicamente, tomó distancia de su regreso a ese puesto: “No es lo que más me gusta; cuando uno ya estuvo en un lugar no sé si es lo mejor volver”, confesó a TN, aunque no lo descartó: “Si viene alguien y me dice que quiere que esté ahí, le respondo que no quiero estar donde ya estuve, pero si me dicen no tienen otra alternativa y que la única persona que puede solucionar el problema soy yo, es difícil. Te pone en una situación compleja. Tampoco soy una persona obtusa”.
La versión sobre la propuesta efectuada a Bullrich circuló con fuerza a partir del jueves. Y surgió desde las usinas libertarias mientras Bullrich decidió mantenerse en silencio, sus colaboradores no dicen una palabra sobre el tema y tampoco confirman ni desmienten que ella se haya reunido este sábado con Guillermo Ferraro, designado ministro de Infraestructura, otro de los hombres clave de Milei.
Cerca de Bullrich aseguran que no pudo llegar a ser presidenta de la Nación, que era su gran aspiración en la política, y que ahora le queda ayudar a Milei desde donde le pidan, sin exigencias. Aunque no hable de su regreso a Seguridad, está armando un equipo sin algunas de sus principales figuras, como Juan Pablo Arenaza, ex jefe de campaña, que volverá a su banca de legislador porteño hasta 2025, y Damián Arabia, armador del bullrichismo en el interior, que fue elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires y quiere defender la causa de “los halcones” en el Congreso.
Estas inesperadas fricciones entre Macri y Bullrich se cruzan con las potentes evidencias de que la interna libertaria está al rojo. El eventual desembarco de Caputo a Economía detonó la renuncia de Emilio Ocampo a presidir el Banco Central, mientras que de ese lugar también se bajó Demián Reidel. Carolina Píparo pasó de designada a removida en la Anses en cuestión de horas. La oferta a Bullrich, mientras, genera especulaciones acerca de qué hará Victoria Villarruel, a quien Milei le había prometido que iba a designar a los responsables de Seguridad y Defensa. Como ministro de esta última cartera suena Luis Petri, el compañero de fórmula de Bullrich, quien tendría el aval de la titular del PRO, pero no sería el preferido de Macri y mucho menos de la vicepresidenta electa.
Las desventuras libertarias no terminan: un grupo de diputados electos de La Libertad Avanza decidió rechazar a Randazzo como presidente de la Cámara Baja. Oscar Zago, Martín Menem, Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro son algunos de los 38 miembros del futuro bloque de Milei en Diputados que compartieron una comida en Las Cañitas para debatir un tema crucial de la estructura de poder en el Congreso y sobre el que no fueron consultados.
En un flyer que circula en las redes, sin firmas y con el logo del partido libertario, se detallan 8 motivos por los cuales no quieren a Randazzo: por ejemplo, que “fue ministro de Néstor y Cristina Kirchner desde 2007 y es parte neurálgica de la casta” y que “no está dispuesto a ser el garante y ejecutor de las medidas de ajuste, privatización y orden del Estado Nacional que envíe el Poder Ejecutivo”. Por eso, consideraron que “no es una persona para confiarle semejante responsabilidad institucional” y concluyeron: “El próximo presidente de la Cámara de Diputados debe ser 100% libertario”.
Aun así, deslizaron que aceptarían a Ritondo, a quien le reconocen su ayuda para fiscalizar los votos en la provincia de Buenos Aires, como parte de un acuerdo en el que se integren los diputados de La Libertad Avanza y el PRO. Milei ya acusó recibo del malestar de sus diputados y los convocó a una reunión que tendrá lugar este lunes, a las 20, en el Hotel Libertador. Los legisladores suponen que los recibirá Francos. O quizá lo haga el presidente electo si antes recompuso el pacto con Macri. Como sea, hay un incipiente clima de rebeldía entre los mileístas que complica el armado del nuevo poder.
“Milei decía que llegaba para despertar a los leones, no para guiar a los corderos. Bueno, ahora que no se queje si se despertaron los leones”, advirtió a uno de los diputados libertarios, que sumó otro componente zoológico a este momento de tensiones internas: algunos de los legisladores mileístas tampoco están tan de acuerdo con el avance del “Gato” Macri y de “Pato” Bullrich en el gobierno que viene. Parece claro que, sean “casta” o no, los políticos son parte de la misma fauna.