El hecho delictivo ocurrió pasadas las 20:00 horas, del viernes 11 de octubre de 2024, en la farmacia «Sellares», ubicada en pleno centro de la ciudad de Reconquista, en la intersección de calles Iriondo y General Obligado, donde claramente, a través de una de las cámaras de seguridad del comercio se observa como un sujeto toma un perfume y lo esconde entre sus prendas.

Vistas las imágenes este lunes 14, rápidamente, el masculino fue reconocido por el personal de la farmacia, vecinos, y la policía, ya que se trata de Raúl Omar «Lali» Previale, quien tiene varias condenas por drogas ilícitas.

Un suceso de hurtos se vienen dando en farmacias. El 10 de agosto pasado, ya Sellares había sufrido uno, cuando Jonatan Ismael Alegre, domiciliado en la Manzana 6, casa 1, del Barrio Virgen de Guadalupe, ingresó junto a una mujer llevándose también un perfume; días después, el 2 de septiembre, fue víctima la Farmacia Dulac, de calles Patricio Diez y Olessio, allí, Marcelo Gómez, 26; con domicilio en la Manzana 8, casa 45 del Barrio Virgen de Lujan; y Evelyn Martínez, 27; vecina de la Manzana 23, casa 19, del Loteo Nardelli, sustrajeron varios productos; entre ellos 14 fragancias y fugaron en una motocicleta de 110 c.c. y hace 4 días, el 10 de octubre, lo padeció la Farmacia Nallip, ubicada en la colectora Francisco Sellares al 2223, cuando alrededor de las 4 de la madrugada dos masculinos ingresaron destrozando a patadas y golpes de puño la puerta de ingreso, y en segundos se llevaron, entre otras cosas, nuevamente perfumes, 15 fragancias importadas, daño valuado en aproximadamente $2.000.000.-

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Impotencia ante la inseguridad:

Ocurrido el robo en Nallip,  su propietario, el farmacéutico, Jorge «Chino» Nallip, estimó que los delincuentes ya habían estado en el lugar, ya que sabían exactamente dónde se encontraban los perfumes, y fueron directo hacia ellos. «Es lo que siempre buscan», expresó y agregó, ¿Y en qué queda? En nada. Me pasó a mí y a otros colegas«.

Entre otras de sus declaraciones, manifestó, «es una pena que los robos queden en la nada, porque esto se hace a costumbre y estamos a la deriva». Dijo sentir mucha impotencia y vulnerabilidad, «cualquiera entra, rompe, lleva… Cuando descubren quién o quienes son, con nombres, apellidos, direcciones, les llegan a la casa, los encuentran, lo confiesan, y dicen que ya los vendieron, por más que reconocen, que le encuentran las cajas, o ya lo usaron, o está roto», lamentó.

Finalmente, reflexionó,  «Vos te levantas todos los días a la mañana temprano, abrís el negocio, laburas, te rompés el alma, juntás sueldo, ingresos brutos, municipalidad, pagás, pagás, te rompés el lomo laburando».  ¿Qué vas a hacer? Si te toca, te toca», porque «la Justicia no hace nada, y la Policía hace lo poquito que puede, están atados de mano».

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