PRESUNTO ASESINO DEL REMISERO MARTINEZ..FUE DETENIDO, PERO..YA HABIA LESIONADOS A OTRAS PERSONAS TIENE CONDENA PERO EN LIBERTAD

PRESUNTO-ASESINO
LEYES QUE SI NO SE CAMBIAN…HABRA MAS ASESINOS EN LA CALLE

Quien fue detenido por el asesinato del remisero ya había lesionado a otras personas, tiene condena, siguió delinquiendo, y hay un juez que le permitió seguir en libertad. Y siguió delinquiendo.

 

Joaquín Carrizo, en una de las trece veces que fue arrestado desde que es mayor de edad. Montón de veces la policía tuvo que correr detrás de él, y casi siempre lo dejaron seguir en libertad; y cuando en marzo de 2025 el fiscal Maglier pidió que lo dejen preso, el juez Martelossi se lo negó, dando lugar a la pretensión defensiva del Dr. Degoumois, y le permitió esperar otro juicio en libertad. Siguió cometiendo delitos y ahora dicen que, además, mató al remisero. 

Joaquín Camilo Carrizo, DNI Nº 44.654.343, argentino, domiciliado en el Barrio Cooperación de la ciudad de Avellaneda, nacido el 30 de junio de 2001, soltero, hijo de Ramón Luis Carrizo y de Ramona Catalina Sánchez, es quien está detenido por el asesinato del remisero Juan Carlos Martínez, 65.

Según surge de la investigación, a las 02:52 de la madrugada del sábado 5 de abril de 2025, Carrizo intentó ingresar a la Disco Pancho Villa (Iriondo casi Roca), donde no lo admitieron y, enojado, caminó unas cuadras por el centro histórico de Reconquista y al llegar a la agencia de Remises «Cordial», en calle Ley 1420 al 567, solicitó que lo trasladen, y subió al automóvil Fiat Siena, color azul oscuro, dominio MKJ 545, que conducía Martínez.

A las 03:10 de esa misma madrugada, alguien reportó al 911 que en el acceso a Barrio La Cortada (intersección de calles Constituyentes e Iriondo) había una persona fallecida en la vía pública. Era el remisero.

La autopsia determinó que murió por shock hipovolémico provocado por laceración de los vasos del cuello, donde recibió dos puñaladas y tres cortes. Una de las puñaladas, atravesó el cuello de lado a lado, ingresando del lado derecho y saliendo por el lado izquierdo. El shock hipovolémico ocurre cuando el cuerpo pierde cantidad significativa de sangre, lo que hace que fallen los órganos y derive en el paro cardíaco.

Todo indica que fue un «homicidio en ocasión de robo«. Al remisero le robaron el teléfono y los investigadores creen que también algo de dinero, aunque la billetera quedó dentro del automóvil.

Inmediatamente comenzó la investigación. Recibieron testimonios, imágenes de cámaras de vigilancia, y lo identificaron a Carrizo en lugares claves. Allanaron su domicilio, secuestraron la ropa que creen que es la que usó al momento de ejecutar el crimen, y una persona vinculada a él, del Barrio La Cortada, entregó el teléfono celular propiedad del remisero, diciendo que Carrizo lo había dejado en su casa junto a otras pertenencias. También tienen secuestrado el cuchillo.

Toda la policía buscaba a Carrizo con orden de detenerlo, y siete horas después del homicidio, una patrulla lo encontró en la vía pública. Al darle la voz de «alto», intentó fugar corriendo, hasta que fue alcanzado y arrestado. Eran las 10:10 de la mañana del mismo sábado del crimen.

Informado el fiscal de turno, Juan Carlos Koguc, ordenó que lo dejen detenido para llevarlo a audiencia imputativa. En principio sería por el artículo 165 del Código Penal Argentino, que establece pena de diez a veinticinco años, si con motivo u ocasión del robo resultare un homicidio.

En día y hora a determinar por la Oficina de Gestión Judicial, Carrizo será llevado a audiencia imputativa, donde el fiscal informará las evidencias y fundamentos legales que tiene para haber ordenado su detención; y pedirá también que lo dejen en prisión preventiva para evitar que entorpezca la investigación y que fugue.

Marcado el recorrido del remís, desde la remisería «Cordial» hasta el lugar del homicidio. La ejecución fue a 600 metros de la Municipalidad de Reconquista y a 800 metros de la central de policía (URIX).

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  ESTADO ASESINO  

LA PUERTA QUE MATA

LA PUERTA GIRATORIA DEL PODER JUDICIAL

Joaquín Camilo Carrizo tiene tracalada de hechos. Fue arrestado por la policía al menos trece (13) veces; y siempre recuperó la libertad por orden de quien era el fiscal de turno en ese momento, hasta que lo dejaron preso cuando casi mató a una persona a puñaladas. Esa detención aceleró el proceso y quince meses después, fue condenado.

Le hicieron un pack de tres hechos delictivos y se dejó de lado el resto, para favorecer el acuerdo firmado por el fiscal Nicolás Maglier, el defensor público Orlando Toniolo y la jueza penal Claudia Bressán. De esa manera, evitando el juicio, en procedimiento abreviado fue condenado por lesiones graves dolorosas, resistencia a la autoridad, hurto agravado por la participación de un menor y hurto simple en concurso real entre sí, en calidad de autor, a la pena de dos (2) años de prisión; pero, ese mismo día 9 de noviembre de 2023 -producto del acuerdo- se lo dejó en libertad condicional.

CASI MATÓ

A la 00:30 h del 21 de mayo de 2022, en el pasaje 107/109 al 861 del Barrio Cooperación de Avellaneda, con un cuchillo Tramontina que fue secuestrado por la policía, apuñaló en abdomen y hemitórax izquierdo a un familiar, quien esa misma madrugada tuvo que ser sometido a cirugía de urgencia para salvarle la vida. Y luego de un tiempo en terapia intensiva, se recuperó. En el pack del acuerdo también ingresaron dos hurtos del 14 y 25 de octubre de 2020, en uno de ellos con la agravante de que actuó junto a un menor de 15 años, cuando entraron a robar en una casa de calle 5 al 380 de Avellaneda.

Todos los demás hechos, fueron olvidados de la persecución penal para favorecer el acuerdo, que para el fiscal fue «un acuerdo lógico, razonable»,  teniendo en cuenta que la víctima a la que casi mató (su pariente) lo ayudó, declarando que no fue un ataque, sino una pelea (riña), y que no quería que quede preso. Por eso, el fiscal quitó la calificación de homicidio en grado de tentativa por lesiones graves dolosas, convencido que en un eventual juicio no iba a poder probarlo sin la colaboración de la propia víctima.

CONDENADO PERO EN LIBERTAD

Tras esa condena del 9 de noviembre de 2023, Carrizo recuperó la libertad (sin cumplir los dos en prisión) y siguió cometiendo delitos.

En la madrugada del viernes 23 de febrero de 2024, se enfrentó cara a cara con un vecino del Pasaje Sur al 920 del Barrio Belgrano de Avellaneda (Sr. Ottiger), quien, al despertar por un ruido, se encontró con el delincuente dentro de su dormitorio, robándole el celular. A pesar de la resistencia, pudo atrapar a Carrizo hasta que llegó personal del Comando Radioeléctrico y lo llevó arrestado. Y otra vez lo dejaron libre.

Y siguió delinquiendo y metiéndose en casas ajenas, con todo el riesgo que eso significa, además de posibles traumas insuperables, o difíciles de superar.

En el amanecer del 28 agosto de 2024, Carrizo forzó la puerta que da al living de la vivienda de calle 111 al 640 de Avellaneda, y se metió a la casa armado con un cuchillo Tramontina, lastimando en manos y rostro a Natalia Berti, a quien le robó el celular y se fue rompiendo un vidrio, pero al instante fue atrapado por Luis Mario Píccoli y un vecino.

Este fue otro hecho bisagra para el insoportable Carrizo; por eso, el fiscal Maglier ordenó nuevamente su detención. Logró que un tribunal lo deje en prisión preventiva y en tiempo casi récord presentó acusación para que se realice el juicio (solo por el hecho del 28 de agosto. No sabemos por qué no ingresó también la acusación por el suceso del 23 de febrero, situación que ReconquistaHOY observó al MPA para que lo revisen). Por el último caso (en casa de la familia Berti-Piccoli) el fiscal Maglier presentó acusación y pedido de condena de cuatro (4) años de prisión; y que permanezca privado de la libertad; pero en la audiencia preliminar al juicio, realizada el 06 de marzo de 2025, el juez penal Mauricio Martelossi no dio lugar a su pedido, y dejó a Carrizo en libertad, con la condición de constituir domicilio en la casa de su hermana Marisol Vanina Carrizo, en la Manzana Q, casa 9 del Barrio La Cortada, quien aceptó ser su guardadora. Además, le prohibió ingresar a la ciudad de Avellaneda (donde están sus víctimas) y acercarse a menos de 200 metros de ellas, presentarse en la Comisaría más cercana cada 15 días, prohibición de portar armas, prohibición de drogarse y emborracharse, prohibición de cometer nuevo delito; obligación de someterse a un tratamiento «psiquiátrico o psicológico», lo cual debía acreditar dentro de los 30 días siguientes, y comparecer cada vez que sea citado.

El magistrado dijo que él entendía que lo único que había que cautelar es a las víctimas, y que eso lo resolvía con esas restricciones y obligaciones, lo que contentó a los abogados defensores (Degoumois padre e hijo).

FUENTE : GUSTAVO RAFFIN DE RECONQUISTAHOY